El destino es caprichoso y por suerte, por azar, o por que así tenía que ser, un buen día, hace poco más de un año, recibí un mensaje de Juan diciéndome que él y su pareja necesitaban ayuda para su boda. Nos conocimos en Altea una mañana soleada y sé que desde el primer momento hubo feeling, eso tan importante entre las personas y de ahí hasta el día de su boda hubo de todo, lágrimas, risas, comidas, whatsapp a las tantas, quebraderos de cabeza, miles de velas a todas las virgencitas la última semana antes del Sí Quiero porque llovía a cántaros, pero una vez más el destino o los hados estuvieron de nuestra parte y el 22 de Octubre de 2016 lució un solazo que necesitamos gafas de sol para no deslumbrarnos por tanto amor y por los rayos del sol.
Y es que cuando te casas con tu mejor amigo no es una boda, lo que ocurre es que la boda se transforma en un fiestón, con amigos de los de verdad, con un amigo cantando ópera en la ceremonia, con sus damas haciendo un flashmob al que se unió casi todos los invitados, con abrazos llenos de lágrimas y de emoción.
En la boda de Juan y Abel los novios trabajaron como los que más, idearon su logo, Juan hizo más de mil grullas de papel, cartelitos de agradecimiento para todos los invitados, detalles handmade y mucho más. Y es que la boda de Juan y Abel fue una auténtica boda "heartmade".
El equipo estuvo formado por:
Fotografía: Gavilà Fotografía
Vídeo: Gamut Cinematography
Flores: Ambiente Floral
Finca: Marqués de Montemolar
Catering: Eventos El Poblet
Qué puedo decir, sino mil y mil gracias, por dejarme formar parte de ese día tan especial en el que las emociones, las risas y las lágrimas se fundieron en un día maravilloso.
Noelia Santacreu
Bodas con Love
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